Una situación pendeja

Casi siempre que veo en la tele o platican algo acerca de peleas callejeras de cholos o algo de putazos y venganzas pandilleras, no puedo evitar recordar un suceso que aconteció cuando cursaba el sexto año de primaria, el relato a continuación:

Resulta que a la hora del recreo solían jugar futbol en la cancha de basquetbol (a webo que no había cancha de futbol), y un día un morro que iba en mi salón, que por cierto se la tiraba de muy reata para todo y no valía un taco de verga, no se que pedo hubo que se enojó como todo morrito mamón que se cree el más chingón del pueblo, con el morro que se enojó ni supe quién fue.

El caso es que ya nomás ven que va a haber putazos y se empieza a juntar la raza, y pos ahi ta todo el perrero de morrillos metiches, y mi compa como siempre queriéndose lucir, la quiso hacer de chilo y empieza una de las pendejadas mas pendejas que he sido testigo, entre todo el pedo mi compa decide ir al salón de clases y empieza el recorrido desde el patio hasta el salón, y todos bien emocionados siguiendo a mi compa en un pinche bolón, y claro no podía faltar la raza que le decía babosada y media:

Morritas: -No te pelees, no vale la pena, escuchanos somos tus amigas... que mira... que esto... que lo otro... y la chingada. (pensando -Te van a partir tu puta madre pendejo)
Metichones: -Pégale wey no te dejes. (pensando -Hay pendejo por mamón te van a partir la madre)
Mas metiches: -A onde vas cabrón, no le saque, no sea culito. (pensando -No le saque puto quiero ver que te partan tu madre)
Gritos anónimos a lo lejos: -Pinche culón!!!

Mientras mi compa iba caminando todo emputado y apretando los puños justo como había visto en las películas de acción que había rentado en el videocentro. y claro no podían faltar las muecas del rostro, cara agachada y mirada amenazadora viendo al frente, iba murmurando -Me las va a pagar ese infeliz-, y una zarta de babosadas.

Cuando llega al salón se acerca a su pupitre, abre su mochila saca una chamarra de cuero, se quita la camisa del uniforme, debajo trae una camisilla a rayas muy a la moda como esas que usa el chómpiras, se pone la chamarra, toma una pluma de tinta negra y se pinta un guante de motociclista en la mano izquierda (yo creo que le dió poderes o algo así, si no, ¿¿pa' que chingados se lo pintó veá??).

Acto seguido, sale del salón con su look chingón e intimidatorio, baja las escaleras, regresa al patio, se pone a chillar frente a todos los que esperaban ver la pelea del siglo, y se cancela la putiza, pffft jajaja. Tanto pedo pa' cagar aguado.

Después de haber hecho el oso en la escuela, no sé qué sucedió luego, fuimos a diferentes secundarias y depués lo volví a topar en la preparatoria, solo que en diferente salón, y como era de suponerse, dejó atrás las pendejaditas infantiles de la primaria para convertirse en todo un pendejazo adolescente y más mamon que su chingada madre, siguió en su papel de creerse la chingonería hecha manteca y sebo. Y también supe que hizo unas cuantas chilas en la prepa también por tirársela de Van Damme, pero eso... es otra historia.

FIN.